jueves, octubre 25, 2007

Caricias que no piden permiso

Hoy al abrir la página de Llámame Lola aparecía una imagen que ponía "Caricias que no piden permiso" y me gustó mucho... además una vez visto el spot es quizá una de las frases que más me gustó...
La frase pertenece al primer cuento de Late Chocolate.


Botones obedientes,
el ritmo lento de la cremallera,
caricias que no piden permiso.

Cierro los ojos
la mente en blanco,
en rojo,
no, mejor en negro.

Puedo sentir cada centímetro de mi cuerpo,
un susurro al oído,
un beso en el cuello,
mi piel se pone en guardia.

Un dedo repasa mis labios,
mi lengua investiga,
lo saborea,
zigzaguea húmedo hacia mis pezones,
los bordea,
los pellizca con suavidad.

Adivino unos labios bajando mi vientre
despacio, recreándose en mi ombligo,
posándose dulcemente sobre mis braguitas,
millones de partículas bullen dentro de mí.

Un suave roce avanza por el interior de mi muslo,
cómplice de mis deseos se cuela entre mis piernas,
me acaricia,
me hace estremecer,
mi excitación se desborda,
muerdo mi labio inferior,
mis manos apresan las sábanas,
aprieto las nalgas
suspiro entrecortada
me entrego a la más bella agonía,
siento que voy a explotar.

El blanco lo inunda todo
solo escucho un lejano tic tac.
Estoy flotando
¿cuánto tiempo llevo aquí?
Veo una puerta,
se abre,
siento un hormigueo,
algo me empuja hacia ella,
es el latido de mi corazón.
Ven aquí,
abrázame.

Al alcanzar el orgasmo algunas mujeres pierden la consciencia durante unos segundos. Es lo que se conoce como Petite Mort o Pequeña Muerte.

Un relato de Late Chocolate.




La Petite Mort by Xnografics

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